Cuando un niño atraviesa una enfermedad que requiere tratamiento, el dolor no es solo un instante pasajero: sus efectos pueden extenderse en el tiempo. La literatura médica ha demostrado que un tratamiento doloroso durante la infancia puede tener secuelas a largo plazo: ansiedad frente a la atención médica, disminución de la eficacia de analgésicos, sensibilidad extrema al dolor (hiperalgesia), entre ellas. En pacientes pediátricos con cáncer, que necesitan someterse de manera recurrente a procedimientos invasivos como extracciones de sangre o colocación de vías intravenosas, prevenir el sufrimiento es clave para mejorar la calidad de vida de los pequeños y su adherencia al tratamiento.
Bajo esta premisa, el St. Jude Children’s Research Hospital, en Estados Unidos, referente mundial en oncología pediátrica, desarrolló el programa Comfort Promise, una iniciativa global que busca erradicar el dolor por procedimientos médicos en chicos. En Argentina, el Hospital Universitario Austral es el único centro que participa de este programa, junto con otras instituciones de América Latina.
“Nuestro objetivo es que el hospital llegue en algún momento a tener dolor cero por procedimientos en pediatría. Queremos que, en la medida de nuestras posibilidades, ninguna intervención implique sufrimiento”, explica la pediatra Gisella Estela Santos, médica de staff de la Unidad de Cuidados Integrales Pediátricos del Hospital Universitario Austral, que lidera la iniciativa.
Para lograrlo, Comfort Promise plantea cinco estrategias concretas que han demostrado su eficacia en la reducción del dolor; a saber:
“Las estrategias en sí no son nuevas: lo innovador es priorizar la eliminación del dolor como objetivo institucional, sistematizando estas prácticas”, señala la doctora Santos, que destaca especialmente el trabajo de enfermeras como Elizabeth Garraza, Inés Franco y Mariana Durañona, además de la colaboración de los médicos Nicolás Sticco, Carolina Williams, María Dahiten y Leticia de la Barrera, y la gestora Paula Boquin. También agradece el apoyo del doctor Néstor Panattieri, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Austral, bajo cuya esfera se encuentran la internación general y el Hospital de Día Pediátricos.
En efecto, actualmente el programa -en su fase piloto- se aplica en el Hospital de Día, con tan buenos resultados que pronto extenderá su alcance. “Nos estamos enfocando en los pacientes oncológicos, pero la intención es ampliarlo a todos los niños, cualquiera sea su patología”, cuenta Santos.
Uno de los principales desafíos es la preparación previa: el uso de anestesia tópica requiere aplicación con antelación y muchos padres desconocen su existencia. Por ello, el equipo médico del hospital ha desarrollado materiales informativos -como emails y videos explicativos- y estrategias para facilitar el acceso y el empleo de estos insumos por parte de cada familia.
“La aceptación, tanto de familiares como de los pacientes, ha sido notable”, subraya Panattieri, que recuerda cómo, “desde el comienzo, el hospital ha buscado que quienes atraviesan un momento difícil, ya sea una internación o un procedimiento ambulatorio, lo vivan de la mejor manera posible. Esto se refleja claramente en el propósito de nuestra institución: cuidar con sentido trascendente a cada persona. Comfort Promise se alinea plenamente a esta filosofía”.
Como parte del proyecto Comfort Promise, profesionales del Hospital participan activamente en capacitaciones y encuentros con expertos del St. Jude Children’s Research Hospital, donde intercambian conocimientos y comparten experiencias con equipos de distintas partes del mundo. “La idea no es sólo aplicar el protocolo, sino también aprender de otras instituciones que están en la misma búsqueda. Es un proceso de mejora continua”, sostiene Santos.
“La clave está en que cada centro médico pueda personalizar su estrategia, sin perder el enfoque en el bienestar del paciente”, agrega la especialista sobre Comfort Promise, programa que brinda formación en metodologías de reducción del dolor, para así implementar medidas concretas, adaptadas a cada contexto.
Más allá del trabajo dentro del hospital, Comfort Promise busca generar conciencia sobre la importancia de prevenir el dolor infantil. “Es fundamental que la comunidad médica y las familias entiendan que el dolor no es algo inevitable en los tratamientos pediátricos. Se puede y se debe trabajar para evitarlo tanto como sea posible”, enfatiza la doctora. Con este objetivo, el Austral también planea desarrollar campañas de concientización y difusión para que más familias accedan a la información y a las herramientas disponibles.
Con el apoyo de Comfort Promise, el Hospital Universitario Austral está marcando el camino hacia una atención pediátrica más humana, empática y libre de dolor. El compromiso del hospital es que cambiemos el concepto “El dolor no se puede evitar, es sólo un pinchazo” por “Vamos a intentar poner a disposición todo lo que tenemos disponible para que el dolor no sea parte de ninguno de los procedimientos”.